
El estilo que nos fascina, el menos es más por antonomasia y el que parece menos estudiado. Como recién salida de la ducha.
Aunque haya mucho más detrás. El ritual de belleza francés es sencillo y rígido a partes iguales. Y compartido por todas sus compatriotas. De las mujeres más atractivas del mundo, en París te cruzas a diario con varias. Cada una con su propia personalidad y belleza. Se sacan el máximo partido haciendo ¿muy poco?
Hacen muy poco. Pero en el fondo está todo pensado.
Pisar una farmacia francesa y explorarla te tomará su tiempo. Nadie de su equipo te presionará ni con hospitalidad excesiva, ni con preguntas. En España la cosa es diferente. Cuantas veces nos hubiera gustado quedarnos cotilleando estantes con más tiempo a nuestro aire antes de que nuestro turno acabara, tuviéramos que pagar y embarcar la salida. En una farmacia francesa cada uno va a su aire y se presupone que el cliente sabe qué necesita en temas de belleza. Todo un paraíso para cualquier freak de la cosmética y la belleza.
Sus marcas son híbridos entre productos medicinales y cosméticos con ese toque a la francesa. Sus productos se caracterizan por su simplicidad, huyendo de artificios y fragancias.
Nos han aportado muchísimo en cuanto a productos estrella. Muchos de nuestros favoritos forman parte de este elenco de entre todos los productos de belleza a nivel mundial. Mención especial a Biologique Recherche, amamos esta marca por encima del bien y del mal.
No todo el mundo comparte esta pasión beauty por rastrear farmacias francesas. Si compartes viaje con alguien así la mejor opción siempre, es quedar al cabo de una hora y que pase a buscarte cuando el furor ya haya pasado. En viajes relámpago aunque lo sean, merece la pena facturar maleta, para poder explayarte en el descubrimiento y no verte limitada por los 100 ml y demás historias para no dormir de los aeropuertos.
Centradas más en el cuidado de la piel y su salud, las francesas siempre apuestan menos por el maquillaje especialmente por el día. Declinando la base de maquillaje su producto estrella parecen ser los pintalabios. Tonos rojos o burdeos que con frecuencia se aplican también en las mejillas y ya. (Muy difuminadas y estupendas.)
Nos encanta la tendencia que abanderan de dejar al descubierto pecas e incluso manchas, huyendo del efecto máscara.
Porque la cara perfecta no existe. Eso sí untándose en protección solar antes de salir a la calle.
Su estilo beauty se puede catalogar como effortless chic, siendo glamurosas sin pretenderlo. Una oda a lo natural. Esa es la cuestión.
Nos gusta:
-Su pelo suelto y natural con textura, sin artificios ni rozando extremos. ¿Ondulado? Aún mejor.
-Sus bocas pintadas en tonos fresa, hidratadas previamente. O en tonos naturales con el brillo exacto, sin mates ni efectos.
-Sus pómulos ruborizados, como después de un paseo por la montaña (francesa).
-Sus ojos naturales con pestañas cuidadas coronando una mirada fresca y sencilla.
-Sus manos y uñas cuidadas sin necesidad de manicuras extensas.
Para quien haya visitado Paris con frecuencia llama la atención la poca presencia de salones de uñas en esta ciudad.
¿Se cuidan las francesas las uñas en casa?
Desde luego hay pocos centros de uñas en comparación con ciudades como Madrid o Nueva York y los precios son bastante elevados todavía. Otro claro ejemplo de la naturalidad que profesan en sus hábitos de belleza. Manicuras sencillas con uñas cortas y redondeadas en tonos nude o rojo. Es lo que abunda entre ellas y lo que más nos gusta personalmente.
En nuestro tocador y nuestra vida desde hace años:
Biologique Recherche P50, Polvos bronceadores Terracota de Guerlain, Bioderma Agua Micelar, Aceite prodigioso y desodorante Bio Beauté de Nuxe, Klorane champú seco a la ortiga, Caudalie Beauty Elixir, Toleriane Teint Blush y Toleriane corrector de La Roche-Posay.