
Tener buena cara es una expresión muy difundida. En ocasiones se utiliza meramente por agradar o con la mejor de las intenciones. La cuestión que hoy planteamos está más en ¿qué checks representan el tener una cara de aspecto impecable?
¿En qué orden de prioridades nos basamos? Cada persona se fija en sus propias preferencias; el tono, morena o no, descansada o con cara fatigada y también no necesariamente en este orden, aparece el tema de las manchas, granos y marcas acompañadas o no por palidez, gracias. No hemos mencionado todavía las temidas arrugas y sus miembros. Patas de gallo, líneas de expresión, códigos de barra…Pues bien “tener buena cara” es estupendo pero no siempre posible. Desde la realidad del día a día todas contamos con una base, con la que venimos, de base, sí. Una casilla de salida. Dentro de esta es donde no debemos volvernos locas, ni separar los pies de la realidad. Partimos así empezando por poder apreciar el gran arsenal de herramientas del que disponemos.
Evitables vs no evitables, esa es la cuestión
Dándole vueltas a esto y analizando el asunto hemos llegado a conclusiones variadas. Aspectos que no podemos evitar nos afectan a todas. Contamos con ases en la manga que pueden sin embargo facilitarnos la convivencia.
La rutina de cuidados, mañana y noche
Cuando alguien tiene una rutina de cuidados faciales podemos decir que sabe lo que quiere conseguir o mantener. No necesariamente lo que hace pero es un buen comienzo. El día a día y la constancia en tus hábitos, tanto para las que respetan una rutina estricta de cuidados, como para las que no, sientan las bases del futuro aspecto de tu cara. Un buen comienzo para tomar las riendas es establecer tu rutina de cuidados por supuesto mega personalizada. Partiendo de la premisa ya conocida de limpiar, tonificar e hidratar. 3 pasos. (Que en realidad pueden y suelen ser muchos más). Básicos que constituirán tus mecánicos pasos previos al empezar un día y al acabarlo. Para asegurarte de haber optado por los mejores productos para ti en función de tu edad, circunstancias y la situación de tu piel, lo mejor es al menos visitar alguna vez a un buen esteticista y claramente un dermatólogo si tus preocupaciones cutáneas son más complejas. Con una piel limpia nadie mejor que un profesional con lupa magnificadora podrá aportarte el veredicto final sobre el estado actual de tu piel.
Recuerda que la piel de tu cara puede haber cambiado, estar alterada o abrumada por diversos factores y aunque un producto te haya funcionado bien durante los últimos años no significa que sea el más apropiado. El que mejores resultados te pueda aportar. LA clave siempre está en sacarte el máximo partido ya que estás, ¿no? Piensa en el cuidado de tu piel como en una inversión de la que sacar el mayor partido posible teniendo en cuenta todo el esfuerzo invertido.
- Rutina para el cuidado de mi piel: Todo preparado, tenemos todo lo necesario. Ya sé lo que me funciona y tengo mi rutina de los X pasos clara. Muy bien. Ahora nosotras te preguntamos, ¿y qué hay de los cuidados extra?
Con frecuencia se confunden los cuidados faciales con caprichos. Los cuidados son claramente el peso decisivo en la balanza, con ellos puedes establecer una rutina en el tiempo, más espaciada. En Nueva York la cita con tu facialist es una reunión perenne en las agendas de la mayoría de las mujeres tremendamente ocupadas. Sabemos que esto no es Nueva York, ni tú Sarah Jessica Parker, por lo que los cuidados que recomendamos pasan por un filtro realista. Es muy simple. ¿Tienes una piel fantástica, provienes de una familia de mujeres que la poseen y te ves perfecta con y sin maquillaje? La perfección sí que existe. Hay muchas mujeres en España con una buenísima materia prima que pueden situar el cuidado de su cara en un tercer o cuarto lugar. De dichas afortunadas nos despedimos ahora ¡hasta pronto y felicitaciones!
Para la gran mayoría restante nos complace informaros de que mucho tiene solución.
Por un lado están los factores que suman. Aportan a nuestro bienestar y al aspecto de nuestra cara. Serían los warriors, lo que queremos fomentar. Como en toda la cara de una misma moneda contamos con otros factores que restan. Pero con buenos consejos podemos conseguir que resten, menos. Si te paras a pensar y analizas al igual que te paras a analizar cualquier aspecto de tu contabilidad, hay mucho que puedes hacer por tu piel:
-Ordenadores, móvil y tablets tienen una influencia sobre ella. Vivimos en una nueva era en la que estos gadgets ya ofrecen su mejor versión para restar lo menos posible a tu piel. El modo Night Shift en móviles y ordenadores: el brillo cuanto más atenuado, mejor. F.Lux es una buenísima opción, gratuita para instalar en tu ordenador, si es más antiguo y no cuenta con el modo night shift. Se ajusta a tu ubicación geográfica y adopta la tonalidad en tu pantalla en función de la hora que sea. Ayuda a descansar tu vista e incluso a no alterar tus hábitos de sueño.
-Azafatas, actrices y modelos son las mejores heroínas como ejemplo de buenos cuidados para la piel. Mujeres que pasan parte de su tiempo subidas a un avión con constantes cambios de maquillaje y clima alterando dieta y horarios se enfrentan a un gran restador. La mejor forma de traspasar de un clima a otro de la forma más sutil posible y casi engañando a tu cuerpo, es maximizar la hidratación (por dentro y por fuera), extremarla y siempre sobre una piel limpia. Madrid, la ciudad fabulosa, es tremendamente seca. El gran comodín de las mujeres coreanas, el humidificador, merece la buena fama que tiene y nos vendría de perlas a las madrileñas.
¿Sabías que en una de las principales multinacionales coreanas es común ver que los trabajadores tengan humidificadores encima de sus mesas? Tanto hombres como mujeres.
Al igual que el famoso cactus a la vera del ordenador para protegerte y neutralizar las emisiones, el humidificador es fantástico en ambientes secos. Esta humedad mantiene la piel hidratada y sus beneficios son numerosos.
-Si tienes la suerte de sentarte frente a una ventana recuerda siempre hacer uso de los estores. No hablamos de que tapes la claridad para ver mejor. Los rayos del sol son más agresivos que nunca. Al igual que en el coche estarás expuesta y al mismo tiempo te centrarás mejor en tu trabajo. Todas conocemos la importancia del factor solar y somos coleccionistas de pretextos para rehuirlo. Nuestro favorito y más divulgado es el de la famosa absorción de Vitamina D y su importancia. No decimos que no la tenga.
Pero sabemos perfectamente que embadurnarse en crema solar y repetir la aplicación a lo largo del día suena a película Disney.
Aunque nos acordáramos, siendo sinceras, a todas nos gusta salir de casa con los deberes hechos y centrarnos al 100% en nuestro día. Se trata de un tema perezoso cuanto menos. Nuestra máxima es aplicarlo a diario. Sea otoño primavera o invierno. Para el verano siempre estaría bien que fuera de factor total, esto es, más alto que altos. Hablamos de tu herramienta infalible que separa por un lado tu skincare de tu maquillaje. Piensa que durante los días de playa o veraneo que vayas a tener, ya levantarás la mano y podrás hacer la excepción, si realmente te agobia usar una protección más alta porque lo que quieres es coger tono rápidamente. Todas hemos estado en la situación de que faltan pocos días para que se terminen las vacaciones y no hayamos alcanzado aún el moreno ansiado con el que volver a casa, (nos referimos al bronceado de tu piel). En tu día a día es otra cosa. En él tus prioridades son otras, en él dejas estos temas en un segundo plano y avanzas con la tranquilidad de andar con tu carita protegida. Puedes pensar en el símil anterior, un fondo de pensiones, una inversión diaria de la que gozarás en el futuro en forma de cara sin manchas, hiperpigmentaciones, arrugas, poros abiertos y demás.
-Otro gran restador de belleza para tu cara bonita es el estrés. Por decirlo brevemente, es su principal adversario.
Directamente ligado a las hormonas y células de tu cuerpo. El gran achaque de nuestros tiempos.
Altera nuestros hábitos de sueño y nos desgasta en general. Combatirlo es vital también para el tema que nos ocupa. Una persona muy estresada que no descansa lo suficiente, llevará esa huella marcada en la cara. Puede gesticular mucho como parte de su personalidad. Otra cosa es la tensión contenida en el rostro, motivada por sentimientos tóxicos, como la ira o la rabia. La preocupaciones nos pesan en las facciones. Dejan huella en nuestra cara. Si atesoras arrugas de alegría, por reír y haberte pegado una buena vida poco más tenemos que añadir, esa era la cuestión. Pero lo que es inaceptable es que aparezcan por situaciones que nos haya tocado vivir, eso va contra natura. Y ya puestas si nos toca algo así que estemos mejor preparadas para conseguir que el impacto sea el menor posible y no lo lleves escrito en la cara. Aquí sí que tenemos control para evitar ciertas cosas.
Pitis, copas, azúcares y grasas saturadas, desconocemos si ya estás roncando del aburrimiento pero es lo que hay. This is it. Simplísimo pero ¡cómo cuesta!
-No hay que olvidarse de vivir, de disfrutar. Y en la otra cara de la moneda sabemos que estos son enemigos principales. Qué os vamos a contar que no sepáis ya. En función de la relación amor/odio que tengas con estos personajes. Dale una pensada y observa tu cara y tu salud en general. Siempre se puede hacer un descanso de ciertos hábitos y desde luego a todo somos capaces de acostumbrarnos. Pilotamos las instrucciones, conocemos el manual y empezar a aplicarlo es decisión nuestra.
-Otro restador, la ansiedad, representa un círculo vicioso para la salud y apariencia de tu cara. No duermes bien, estás irritable y tu piel nota todos estos impactos. Tu piel/células no tienen oportunidad de regenerarse ni de funcionar de forma óptima. Al no descansar por la noche, al día siguiente te sientes de resaca con los consiguientes arrebatos de comida basura. Este círculo vicioso va en detrimento de tu piel, la expresión de tu cara, tu apariencia y tu bienestar. Sabemos que hay checks que no se pueden marcar facilmente cuando acabas de ser madre, has montado una empresa o tienes ciertas circunstancias en tu vida, eliges solo algunas casillas para marcar. Puede ser que no duermas lo suficiente o que sufras de insomnio, no obstante puedes marcar otros. Enfatiza en lo que tengas a mano en el presente.
Maximiza la intención y maximizarás los resultados.
-Tener tus hormonas a raya resulta primordial en el equilibrio de tu cara ya que pueden ser las responsables de tus manchas indeseadas, vello incluso, granos y poros abiertos. Son muy amigas de las glándulas sebáceas y esta amistad de no estar equilibrada puede fastidiarte la cara. Coméntaselo a tu gine si tienes sospechas de que algo ha cambiado con tus amigas las hormonas.
Tu dieta y los antioxidantes
-Todas sabemos en qué consiste comer sano. Los antioxidantes como indica su nombre, ayudan a frenar el envejecimiento y los daños causados por agentes externos. Apuesta por ellos. Son amigos y no siempre conocidos por todas. Les rodean muchos prejuicios. Tal vez la primera vez que tomes un té verde te sepa a rayos. Te garantizamos que es todo acostumbrarse probablemente la primera vez que tomaste una cerveza te pasó algo similar y en cambio las cañas after-work son ahora un pilar fundamental en tu rutina semanal.
¿Y para beber más agua? Un buen truco es ayudarte de los nuevos inventos que han aparecido. Si a lo largo del día se te olvida, nada como hacerte con un “avisador físico” que te lo recordará, como Ulla por ejemplo. También hay aplicaciones para el móvil que puedes instalar para que te lo recuerde. Si lo que te pasa es que el (no) sabor del agua no te convence, en Amazon venden unas botellas que vienen con un vaso de infusión en el centro para que puedas meter ahí frutas o pepino, aportándole su sabor. Si prefieres el agua con gas ya hay maquinitas que te ayudarán a crear burbujas al agua que deberías beber, ¡está todo inventado y no hay excusas posibles! Asimismo aumentar la cantidad de fruta y verdura en tu dieta diaria es completamente posible. Busca recetas fáciles, prueba y elimina tus prejuicios al respecto. Muchas dolencias que nos preocupan pueden mejorar si seguimos una alimentación sana. Basa tu dieta en verduras y fruta al menos unos días a la semana y acabarás cogiéndoles cariño.
-Y por último conocer nuestra genética nos ayuda a jugar con ventaja ante el paso de los años. Conocer la piel de la que gozaron tus padres, cuáles pueden ser tus futuros talones de Aquiles y de qué virtudes puedes beneficiarte. La mejor inversión es la prevención. Acostúmbrate a ella. Ciertamente contra la genética no se puede luchar. Alíate con ella y vuestra unión hará la fuerza. La llevas intrínseca en tu ADN lo que en tu mano está es potenciarla.
La información es poder así que juega con él y ganarás.