
Aún a riesgo de sonar idealistas nos encanta esta palabra y cómo suena en inglés.
Analizada en las clases de filosofía del colegio, nos recuerda a épocas pasadas y a lecturas de clásicos impuestos que hoy día estarán cogiendo polvo en tu habitación de adolescente.
Aplicable a todo
La libertad es fundamental y su sensación vital para nuestro fluir en la vida. Sin embargo es difícil desligarse de muchas de las responsabilidades y obligaciones intrínsecas en nuestro día a día.
Nos referimos a la libertad de cada una de elegir, de ser consciente y de lo que nadie te puede quitar. Es una cuestión de actitud lo que te hace consciente de tu poder.
Libertad para vivir cómo queramos, soñar despiertas, ilusionarse y elegir qué pensamos y cómo nos afecta.
Una libertad de selección, de pulcritud a la hora de elegir y tomar decisiones.
Moverse en libertad en lugares recónditos y lejanos sin conocer a nadie y proceder cómo te parece. Eso lo puedes experimentar durante un viaje teniendo una estancia larga en un lugar desconocido. (Maravilloso).
Saber empezar de cero. Sentir que tienes el mundo a tus pies sabiendo que la vida no espera.
Merece la pena haberte sentido así en algún momento.
Momentos en los que te puedes parar y gozarlo para cuando eches la vista atrás poder acordarte y rememorarlo.
Y es que sobre eso, es más fácil construir para lo que venga después. Ya que no se trata de un estado de vida sino más bien de un estado alcanzado, de un sentimiento sin igual.